El Milagro eres Tú   Los milagros no son solo eventos sobrenaturales o inexplicables que suceden muy de vez en cuando. Son resultado de la intención, esfuerzo y transformación interna. Es la habilidad que tenemos de entender los mundos superiores y conectar con ellos para pasar por encima de las leyes de la naturaleza y manifestarlos. Por eso son llamados "Eventos Sobrenaturales", entendiendo que  la mente y el espíritu tienen un poder extraordinario para influir en nuestra realidad, especialmente cuando estamos alineados con nuestros valores y propósitos. Somos Co-Creadores de nuestra vida. A través de nuestras decisiones, pensamientos y emociones, moldeamos nuestra experiencia. Cuando tomamos conciencia de este poder, podemos trabajar activamente para manifestar cambios positivos, creando milagros desde nuestras acciones. Alguien que decide enfrentar sus miedos, aprender una nueva habilidad o construir relaciones más auténticas, está realizando un milagro personal al transformar su vida. Eso significa que "El milagro no es algo que sucede fuera de ti, sino lo que tienes el Poder y la Capacidad para despertarlo dentro de ti." Como cuando te enfrentas un desafío enorme (como una enfermedad, un problema financiero o emocional) y encuentras dentro de tí mismo la fuerza para superarlo. Eso es un milagro "Creado" desde tu propia Voluntad y corresponde con el poder interno que posees para crear cambios. Todos somos capaces de crear milagros en nuestras vidas, ya que todos tenemos la capacidad para reconocer el poder interno, el potencial espiritual y la conexión con lo divino que cada uno posee. La complejidad de nuestras células, emociones y pensamientos no es solo un hecho biológico, sino una expresión del milagro de la creación, por lo que cada persona es un milagro en sí, ya que nuestra existencia misma desafía probabilidades inimaginables. Desde el hecho de nacer hasta la complejidad de nuestra mente, cuerpo y espíritu, somos una manifestación única en el universo, con características únicas e irrepetibles que son nuestra huella digital en el complejo nivel de los talentos humanos, lo que nos invita a conectar con una profunda gratitud por ser parte de algo tan maravilloso como esta Creación. Kislev es un tiempo para cultivar la confianza en que lo divino guía cada aspecto de nuestras vidas, incluso cuando no podemos verlo directamente. Este mes se conecta con la energía de los milagros, que se manifiestan cuando confiamos plenamente en la luz divina que opera más allá de las leyes naturales. El Arizal explica que el milagro de Jánuca está profundamente conectado con el concepto de la Luz Oculta (Or HaGanuz), una luz espiritual creada en los primeros días de la creación, que fue "escondida" por Di.s para ser entregada a los justos en el futuro. Las luces de la Menorá de Jánuca son una manifestación de esta luz oculta. Al encenderlas, se revela una chispa de esa energía espiritual en el mundo físico. Esta luz tiene el poder de iluminar la oscuridad, tanto externa como interna, y nos permite conectar con niveles elevados de conciencia y claridad espiritual. Según el Arizal, el milagro del aceite que duró ocho días simboliza una revelación de esta luz divina oculta que trasciende las limitaciones del mundo físico. Los ocho días representan un nivel espiritual que va más allá de la naturaleza (simbolizada por el número 7, que corresponde a la creación del mundo físico). El mes de Kislev está asociado con el signo de Sagitario (Keshet, el arco), que según el Arizal simboliza la confianza divina (bitajón) y la capacidad de apuntar hacia nuestras metas espirituales con precisión. La letra asociada con Kislev es la Samej, que simboliza soporte y protección divina. Esto refuerza la idea de que durante este mes, estamos rodeados de una energía que nos sostiene y nos ayuda a superar desafíos. Por eso la tribu Asociada es la de Benjamín, quien tenía la habilidad de transformar lo oculto en luz, aludiendo a la revelación de milagros. Por otro lado, cada noche de Jánuca, la energía de una sefirá del Árbol de la Vida ilumina y transforma aspectos de nuestra existencia. Este proceso ocurre a través de la luz de las velas, que no solo simboliza la revelación de milagros, sino también la corrección espiritual y la expansión de conciencia. El Arizal explica que los ocho días de Jánuca están alineados con las sefirot del Árbol de la Vida, y cada día revela una dimensión específica de la luz divina.
  1. Día 1: Jesed (Bondad) Representa la expansión inicial de la luz.
    • Energía: Amor incondicional, expansión y generosidad.
    • Práctica: Reflexiona sobre cómo puedes ser más bondadoso contigo mismo y con los demás. Realiza un acto de generosidad consciente.
  2. Día 2: Gevurá (Disciplina) Refina y canaliza la luz.
    • Energía: Fuerza, límites y juicio equilibrado.
    • Práctica: Identifica áreas en tu vida donde necesitas establecer límites saludables. Canaliza tu energía hacia la autodisciplina.
  3. Día 3: Tiferet (Belleza, Armonía) Equilibrio entre expansión y contención.
    • Energía: Balance entre Jesed y Gevurá. Representa la compasión y la belleza espiritual.
    • Práctica: Busca la armonía en tus relaciones y actos. Dedica tiempo a reconocer la belleza en tu entorno.
  4. Día 4: Netzaj (Eternidad, Victoria) Persistencia y energía continua.
    • Energía: Persistencia, victoria y confianza en la continuidad.
    • Práctica: Reflexiona sobre tu propósito a largo plazo. Encuentra la fuerza para seguir avanzando en tus metas espirituales.
  5. Día 5: Hod (Esplendor, Humildad) Humildad y gratitud.
    • Energía: Gratitud, humildad y reconocimiento de lo divino.
    • Práctica: Haz una lista de las cosas por las que estás agradecido. Practica la humildad al reconocer las bendiciones en tu vida.
  6. Día 6: Yesod (Fundación) Conexión y manifestación.
    • Energía: Conexión, fundamento espiritual y relaciones significativas.
    • Práctica: Dedica tiempo a fortalecer tus relaciones más importantes. Medita sobre la conexión entre lo divino y lo terrenal.
  7. Día 7: Maljut (Reino) La luz desciende completamente al mundo físico.
    • Energía: Manifestación, liderazgo y acción en el mundo físico.
    • Práctica: Reflexiona sobre cómo puedes manifestar tus intenciones espirituales en acciones concretas.
  8. Día 8: Kéter (Corona) Representa la trascendencia y el infinito.
    • Energía: Unidad con lo divino, potencial ilimitado y la fuente de todos los milagros.
    • Práctica: Conéctate con la energía de la totalidad y medita en el concepto de la luz infinita que fluye a través de ti.
Kislev es un tiempo propicio para manifestar milagros mediante el equilibrio interno, la conexión con las sefirot del Árbol de la Vida y el aprovechamiento de la energía celestial que fluye de manera especial en esta época. El Arizal nos enseña que Jánuca y el mes de Kislev son oportunidades para experimentar nuestra propia revelación espiritual. Al conectarnos con la Luz Oculta, meditar en las sefirot, y cultivar la confianza divina, podemos abrirnos a los milagros que ya existen en nuestro interior y manifestarlos en nuestra vida diaria. Cómo Crear Milagros en Tu Vida
  1. Confía en tu poder interno: Reconoce que eres capaz de superar cualquier desafío y de manifestar cambios significativos.
  2. Visualiza lo que deseas: Imagina claramente cómo sería tu vida si ese "milagro" ya se hubiera manifestado.
  3. Toma acción: Da pasos, incluso pequeños, hacia tus metas. La acción es lo que conecta la intención con la manifestación.
  4. Cultiva gratitud: Agradece por lo que ya tienes y por los milagros que están en camino.
  5. Mantén la fe: Incluso cuando las circunstancias parezcan desafiantes, confía en que todo está trabajando para tu bien.
El milagro de Jánuca ocurrió porque los macabeos tomaron acción, enfrentaron desafíos imposibles y luego recibieron la ayuda divina. Esto demuestra que los milagros requieren una combinación de esfuerzo humano y apertura espiritual. Reconocer que cada uno de nosotros es el creador de los milagros en su vida también implica asumir responsabilidad. No podemos esperar que algo externo nos salve; debemos actuar, confiar y trabajar en nuestras metas. La fe sin acción es pasiva, pero cuando tomamos pasos concretos para cambiar nuestras vidas, invitamos a que los milagros se manifiesten. En lugar de esperar "suerte", alguien que busca oportunidades, conecta con otros y persiste en sus objetivos, está creando las condiciones para que los milagros ocurran. Debemos entender que el milagro no ocurre "por sí solo". Las personas se convierten en canales a través de los cuales lo divino o la energía universal se manifiesta. Cuando alineamos nuestras acciones con una intención elevada y confiamos en que el universo trabaja en sincronía con nosotros, se abren las puertas para que sucedan cosas extraordinarias. La historia de Jánuca nos enseña que el aceite no se multiplicó sin la acción inicial de encender la menorá. De manera similar, los milagros en nuestras vidas requieren nuestra acción y fe. Muchas veces, el milagro no es un cambio externo, sino cómo percibimos nuestra realidad. Cuando transformamos nuestra forma de pensar, somos capaces de ver posibilidades que antes parecían invisibles. Cambiar nuestra percepción de los desafíos como oportunidades de crecimiento es un acto milagroso. Una persona que experimenta una pérdida importante puede, con el tiempo, descubrir cómo ese evento le llevó a una vida más auténtica o significativa. Esa transformación interna es un milagro. Por eso ¡Tú eres un milagro! porque dentro de ti reside la capacidad de transformar tu vida y la de otros. Al reconocer tu poder interno, tomar responsabilidad por tu camino y abrirte a las posibilidades, te conviertes en el creador de los milagros que deseas experimentar. Tu eres Co-Creador y tienes el Poder para lograr cualquier cosa que desees. Si pudiste imaginarlo es porque puedes manifestarlo. Tú puedes despertar tu capacidad interna para manifestar milagros y alinearte con la energía celestial. La clave está en la acción consciente, la intención espiritual y la confianza en que lo divino fluye a través de ti. Así, cada día de Jánuca se convierte en una oportunidad para iluminar tu vida y la de quienes te rodean, transformando la oscuridad en luz. Como dice la tradición: "El aceite fue suficiente para un día, pero el milagro lo hizo durar ocho. Tú eres el aceite y también el milagro."   Para profundizar en el tema, hemos creado este mágico taller para ti, regístrate   en nuestro formulario de contacto.